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Antecedentes.

El principal antecedente de este seminario es la elaboración de dos proyectos de investigación realizado por integrantes del Cuerpo Académico Transformaciones Sociales y Dinámicas Territoriales (CATSyDT) de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSyH) del Campus León de la Universidad de Guanajuato. Uno de ellos llamado “Crecimiento económico y desarrollo local en la región centro-occidente de México” financiado por Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo. Científico, Tecnológico y de Innovación (FORDECyT) y once municipios beneficiarios durante 2011 y 2012, y el otro titulado “Desarrollo Humano en el norte del Estado de Guanajuato. Propuestas de política pública para mejorar su desempeño a partir del análisis de gobernabilidad local, organización social y desarrollo económico” financiado por la Dirección de Investigación y Posgrado de la Universidad de Guanajuato durante 2013. 

 

El primero de ellos se concentró en los municipios del corredor industrial de Guanajuato conjuntamente con otros municipios de Querétaro y Aguascalientes.[1] El principal aporte de esta investigación fue un cálculo propio y adaptado del Índice de Desarrollo Humano (IDH) para conocer el grado de Desarrollo en las localidades urbanas (de más de 2,500 habitantes y hasta 50,000 habitantes de la región Centro-Bajío), para conocer así la utilidad de un instrumento de medición del desarrollo —en este sentido el más utilizado en el mundo— al interno de los municipios y hacer evidente que la característica de heterogeneidad que se presenta en otras escalas geográficas (estatal y municipal) no se presenta en una escala intramunicipal;[2] lo anterior con la finalidad de generar una atención más focalizada de los indicadores del IDH al interior de los territorios municipales generando así la posibilidad de diseño de políticas públicas con un impacto más puntual en el desarrollo local (Rodríguez & Caldera 2013b, 34).

 

El análisis del IDH sirvió transversalmente para análisis particulares en la siguientes subdimensiones del desarrollo local: calidad del gobierno local, acceso a la salud, medio ambiente, violencia y seguridad, crecimiento económico y género.

 

Las discusiones en el seminario permanente sobre Procesos Socioterrioriales y del Desarrollo Local del CATSyDT llevaron a plantear la necesidad de concentrarse en los municipios más deprimidos del estado de Guanajuato. Así es como se concretó el segundo proyecto a finales de 2012. El nuevo problema de investigación se centró en las razones de la significativa disparidad en once municipios el desarrollo humano en el norte del estado, que involucra una vida digna, saludable, con acceso a la educación, y medio ambiente sano y con la posibilidad de contar con un gobierno local con capacidades de acción.[3]

 

La investigación logro transferir 11 diagnósticos de desarrollo regional y humano a igual número de municipios del norte de Guanajuato en el que se analizan tres dimensiones identificadas como los tres ejes del desarrollo local: gobernabilidad/calidad del gobierno, desarrollo social y desarrollo económico.

 

Los municipios sujetos de estudio fueron: Tierra Blanca, Victoria, Atarjea, Doctor Mora, Ocampo, Xichú, Santa Catarina, San Diego de la Unión, San Felipe, San José Iturbide y San Luis de la Paz. Por cada una de estas dimensiones se sistematizó los resultados de once talleres municipales en el que participaron cerca de 160 personas (20 personas en promedio por taller) provenientes de la sociedad civil, empresarios y funcionarios municipales. Estos participantes enriquecieron el diagnóstico de los tres ejes del desarrollo para cada municipio, utilizando la metodología del marco lógico (árbol de problemas y matriz de marco lógico), e hicieron recomendaciones de política pública para incidir en el desarrollo local.

 

Esta información se sistematizó y se prepararon los once diagnósticos de los municipios objeto de estudio, de los cuales se entregó sus respectivos ejemplares a cada presidencia municipal. La idea es que los gobiernos locales utilicen esta información, para incorporarlo a procesos de planeación futuros a la generación de programas y proyectos de atención a los tres ejes del desarrollo local.

 

En Guanajuato encontramos una gran heterogeneidad en el IDH resultante, como el caso del municipio de Victoria, con un IDH de apenas 0.590 con un grado de DH bajo (similar al de Nigeria); en tanto que tiene algunos municipios con Grado de DH alto, como Guanajuato capital, con un IDH de 0.970 (similar a España) 

 

El concepto del desarrollo humano (Sen 2000), a diferencia de los planteamientos centrados en el crecimiento económico, parece aportar un planteamiento más contundente para la definición de políticas públicas que impacten positivamente en la calidad de vida a escala local. Los gobiernos estatales y municipales requieren de herramientas que orienten su acción, que den rumbo sostenido atacando la polarización social y el atraso de las localidades más marginadas. La utilización de instrumentales como el IDH en el orden local posibilita el cambio de paradigma en la formulación de políticas públicas desde las instancias más cercanas a la población.

 

La política social desde lo local es la base para enfrentar los problemas públicos prioritarios del momento: inseguridad pública, desempleo y falta de oportunidades. Se trata de implementar una política social de largo plazo que ayude a lograr un crecimiento económico con equidad, centrado en la persona. 

 

La idea de desarrollo local implica hoy en día los conceptos estrechamente asociados a las condiciones institucionales y las capacidades de los distintos gobiernos, vinculados a las tareas en que se realiza su planeación y las implicaciones de los respectivos territorios donde es deseable su impulso (Coronado 2012, 5).

 

La acción pública del gobierno local deberá estructurar una política social alejada de la visión tradicional que la concibe como un simple instrumento compensatorio o asistencialista, por lo que primero hay que crear los mecanismos institucionales para que las instancias de los diferentes órdenes de gobierno en este campo de la acción pública incorporen herramientas de medición del impacto de las políticas públicas en el desarrollo humano local, y permitir que la participación ciudadana sea el componente articulador del diseño, implantación, evaluación y seguimiento de los programas sociales que aporten coherentemente a un crecimiento social, económico y responsable con el medio ambiente.

 

De manera transversal, una evaluación de la política social debe estar dirigida a examinar el cómo la acción pública local procura afirmativamente los derechos de no discriminación, equidad de género y plena inclusión a todas las edades, creencias religiosas y valores culturales. La manera como se regula el crecimiento territorial, los asentamientos humanos y los servicios públicos tiene una influencia directa sobre las condiciones para el desarrollo de capacidades y oportunidades para el crecimiento personal y colectivo. Es decir, en el cómo se concreta una efectiva ampliación de las libertades humanas. Política social y desarrollo regional van de la mano.

 

No obstante los resultados y aportes de las anteriores investigaciones realizadas por éste Cuerpo Académico, permanece el reto de un entendimiento más holístico en torno a las condicionantes socioterritoriales e institucionales del desarrollo local en Guanajuato. ¿Qué explica más allá de estos indicadores la heterogeneidad de los resultados en desarrollo humano en el estado? ¿Qué valor explicativo tienen condiciones geográficas, socioeconómicas y culturales de las distintas regiones en Guanajuato para entender la situación actual de desarrollo local? ¿Qué instrumentos y estrategias de política pública tienen actualmente el gobierno estatal y los gobiernos municipales para hacer frente a los retos del desarrollo? ¿Cómo generar una acción pública creativa basada en un nuevo estilo político comprometido socialmente tanto con el crecimiento económico, como en el bienestar de las familias a partir de la expansión de las capacidades y oportunidades según el paradigma del Desarrollo Humano?

 

Referencias

Coronado, J. L., 2012. “Presentación” en A. R. Caldera y J. L. Coronado (Coords.), Reflexiones sobre el Paradigma del Desarrollo Humano, México: Editorial Miguel Ángel Porrúa y Universidad de Guanajuato.

 

Rodríguez, J. A. & Caldera, A.R., 2013a. “Crecimiento Económico y Desarrollo Local en la Región Centro-Bajío de México”, en Quivera, vol. 15, núm. 2013-1, enero-junio, 2013, pp. 37-59.

 

Rodríguez, J. A. & Caldera, A.R., 2013b. “Índice de Desarrollo Humano. Un acercamiento desde la región centro-bajío”, en Acta Universitaria, Vol. 23 No. 6 Noviembre-Diciembre 2013, pp. 34-42.

 

Sen, A. 2004. Desarrollo y libertad, Bogotá, Colombia: Editorial Planeta.

 

Citas

 

 

 

[1] En Guanajuato se trató de Irapuato, León, San Francisco del Rincón, Purísima del Rincón, Silao, Apaseo el Grande y Celaya, en Querétaro los municipios de Corregidora y Querétaro y en Aguascalientes únicamente el de Aguascalientes capital

 

[2] El IDH calculado a nivel municipal fue una propuesta del Conejo Nacional de Población (CONAPO) en 2005. El PNUD lo mide a nivel nacional y recientemente ha adoptado la propuesta del CONAPO. El IDH pretende medir tres necesidades básicas: Salud, Educación e Ingresos. A partir de tres dimensiones esenciales: a) Índice de Sobrevivencia (la capacidad de gozar de vida larga y saludable, medida a través de la esperanza de vida al nacer); b) Índice de Educación (la capacidad de adquirir conocimientos, medida mediante una combinación del grado de alfabetismo de los adultos y el nivel de asistencia escolar conjunto de niños, adolescentes y jóvenes [de 6 a 24 años]); y c) Índice del PIB per cápita (la capacidad de contar con el acceso a los recursos que permitan disfrutar de un nivel de vida digno y decoroso, medido por el PIB per cápita ajustado al poder adquisitivo del dólar en los Estados Unidos). El IDH considera un rango de medición de 0 a 1, en el cual 0 significa ausencia de Desarrollo Humano, en tanto que 1 implica un óptimo Desarrollo Humano (Rodríguez & Caldera 2013a).

 

[3] Los resultados y publicaciones de este proyecto aún están en dictaminación, entregados en enero de 2014.

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